Tu heroína anónima que no te pudo ir a abrazar, Anabel Navarro Camero Cuando era niña y me sentía mal o no tenía clases me iba con mi papá, José Asunción Navarro, quien trabajaba en el aeropuerto de Maiquetía. “Navarrito” me decían en los pasillos. Que alguna compañera de él me llevara a almorzar “alContinue reading ““¡Adiós Papá!” no nos despedimos, ni sobre la obra de Cruz Diez”